Para saber si un alternador funciona correctamente antes de que un fallo eléctrico nos deje tirados, debemos usar un medidor de voltaje. Para ello, encendemos el vehículo y colocamos las puntas del aparato en los polos positivo y negativo de la batería, de forma que un coche que no incorpora ordenador ha de arrojar un resultado de entre trece y catorce voltios y medio. Si el coche lleva ordenador a bordo, la medición debería darnos entre catorce y dieciséis.
Cualquier lectura por encima o por debajo de estos valores puede indicar una avería que nos obligaría a realizar más pruebas diagnósticas. Las diferentes pruebas que deben llevarse a cabo con un alternador que ha arrojado una lectura irregular abarcan desde la comprobación del rotor hasta ver si las bobinas del estador están idas a tierra, pasando por la prueba del puente rectificador o los diodos.
Casi todas las comprobaciones pueden llevarse a cabo con un medidor, una vez desmontado el sistema. Pero hemos de ser cuidadosos, si no sabemos dónde tocamos o cómo llevar a cabo una u otra operación, es preferible dejar el coche en manos de un experto antes que arriesgarnos a provocar una avería que nos costará mucho más de lo que podemos ahorrarnos realizando las reparaciones en casa.
